Cuando hacemos un trabajo de esmaltado semipermanente o Nail Art, es decir, con productos que requieren un curado en cabina, hay varias cuestiones a las que debemos prestar atención si queremos un acabado prolijo y duradero. Acá te compartimos algunos de los errores más frecuentes que parecen básicos pero, si no los corregís, no vas a lograr un trabajo de calidad. 

 

#No preparar la uña

Este paso es fundamental si querés lograr un esmaltado perfecto. Antes de empezar a pintar, es importante quitar las células muertas, hacer un limado para dejar porosa la uña, limpiar bien su superficie y trabajar las cutículas. Esto afectará de forma directa el resultado final de tu trabajo y la durabilidad del esmaltado. 

 

#No revisar el producto

Es muy importante, que revises en detalle el estado de todos los productos que vas a usar. Cuando los esmaltes están parados en la misma posición durante mucho tiempo es común que los pigmentos se depositen en el fondo del envase. Antes de usarlos, siempre, movelos suavemente para mezclarlos bien (sin agitar fuerte). También podés darles un poco de calor colocándolos entre las palmas de tu mano, haciéndolos rodar de delante a atrás. 

 

#El esmalte toca la piel

¡Esto no debe suceder por dos motivos súper importantes! El primero, para evitar cualquier irritación en la piel que está alrededor de la uña. El segundo, es que cuando el producto se cura por fuera de la uña suele quedar elevado, se levanta y es más fácil que se enganche con cualquier cosa, haciendo que se despegue de la superficie. El esmalte debe estar fundido con la uña natural, sin bordes ni relieves de manera suave y gradual.

 

#Capas de esmalte muy gruesas

Recomendamos aplicar los esmaltes en capas bien delgadas para lograr un buen resultado y evitar que se encoja. Es mejor 3 capas finas que una gruesa, sobre todo en los productos con mayor pigmentación, como el blanco, rojo, negro o colores intensos, que tienen cierta dificultad al momento del secado porque cuesta más que pase la luz UV. Además, tenés que dejar secar por completo la capa anterior. 

 

#Ojito con las manitos en la cabina

Algo muy simple como colocar las manos correctamente dentro de la cabina puede llevarte al éxito o arruinar el trabajo. ¡Todos los dedos deben quedar estirados para recibir la luz! Por eso, te aconsejamos revisar tu lámpara para chequear si tiene leds en los laterales ya que, si no los tiene, los dedos pulgares deben curarse por separado para que la uña quede justo debajo de la luz. También puede suceder que algunos diodos de la lámpara hayan dejado de funcionar o estén parpadeando, es importante que revises el estado de tu equipo con frecuencia.

 

#No usar guantes o dedales

Es importante usar guantes de látex o dedales para evitar transferir grasitud o humedad de tus manos a la uña en la que estás trabajando. Esto se recomienda desde el comienzo del trabajo hasta el final.

 

#No revisar el borde de la uña

La punta de la uña es una zona que sufre constantes roces, por lo tanto, prestá especial atención al sellado de esta parte de la uña. Que no quede desprolijo el limado, que no falte producto pero tampoco que sobre (es decir, que no quede una capa gruesa depositada allí).

 

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