- Los esmaltes semipermanentes tienen una vida útil corta una vez abiertos
¡Falso!
Las Nail Artists suelen tener muchos esmaltes en uso al mismo tiempo. Queremos que sepas que, con los cuidados adecuados, estos productos duran hasta 12 meses impecables. ¿Qué tener en cuenta? En primer lugar, protegelos de las altas temperaturas y del sol. Te recomendamos guardarlos en un lugar fresco y alejado de las fuentes de calor.
También es importante que, cuando los uses, trates de tenerlos poco tiempo abiertos porque sufren un proceso de oxidación, y mantenerlos bien cerrados cuando no estén en uso, ajustando la tapa para que no entre nada de aire.
Por último, queremos que sepas que para conservar la vida útil del esmalte y evitar que se seque hay que mantenlo en movimiento. Por eso, al menos una vez a la semana, te recomendamos mover el envase haciendo que el material llegue a todos los rincones y frotarlo entre tus manos unos segundos para que los componentes del esmalte se mantengan unidos y en buenas condiciones.
Te recomendamos la lectura de la nota ¿Cómo optimizar la vida útil de tu esmalte semipermanente?
- El esmaltado semipermanente se “salta o arruga” rápido
¡Falso!
Si se trabaja correctamente el esmaltado semipermanente debe durar entre 15 y 21 días. ¿Qué es importante para lograr una manicura de calidad?
- Preparar la uña, revisar el producto antes de aplicarlo para chequear su estado general.
- Aplicar capas finas de producto (evitar las gruesas porque a veces no logran curarse al 100%).
- Procurar que el producto no toque la piel que rodea la uña porque esto podría hacer que se levante fácilmente
- Finalmente, revisar que la persona coloque bien los dedos dentro de la cabina para que el secado sea correcto.
Si seguís todos estos pasos, el esmaltado podría durar hasta 3 semanas intacto.
- Al remover el esmalte semipermanente se arruina la uña
¡Falso!
Los mecanismos de remoción del esmaltado, si se realizan adecuadamente, son inofensivos para la uña. Aquellos esmaltados hechos con productos soak-off se retiran con un algodón embebido en removedor que se envuelve con papel aluminio o capuchón para mantener la humedad y aumentar la eficiencia del producto. Luego de entre 10 y 15 minutos, se retira el producto y con un palo de naranjo o espátula se retira el resto de gel que pudiera haber quedado en las uñas.
Otra opción es utilizar una fresa para retirar la capa superior del esmaltado o la construcción de la uña. Estas fresas son aptas para realizar este trabajo y no dañan las capas de la uña en sí, solo retiran el producto.
Acá aprovechamos para derribar otro mito muy escuchado: cada 3 servicios tenés que hacer un descanso para que la uña se recupere. Esto es totalmente falso porque la uña no se ve dañada por el esmalte. Lo que sucede en ciertos casos es que la persona no toma un turno para retirar el producto y, en cambio, se “arranca” manualmente el esmaltado dañando las capas más superficiales de la uña natural.
Tené en cuenta estos consejos y recomendaciones para lograr los mejores trabajos.